¿Magia negra en el fútbol?

Gatos negros y brujería, la maldición bajo la que estuvo Racing por 35 años.
Cuando Racing atravesaba su época dorada se cuenta que una noche los hinchas de Independiente ingresaron al estadio de su clásico rival y enterraron 7 gatos negros en el campo, desde ahí la racha de “La Acadé” se cortó y atravesaron una sequía de 35 años sin ganar un campeonato nacional.

Predio del Estadio Presidente Perón, cancha de Racing apodada como “El Cilindro”.
Nos remontamos al año 1966, donde todo era color de rosas para el Club Atlético Racing de Avellaneda. Este venía con una excelente racha de 39 partidos sin conocer el gusto de la derrota. En 1967, dirigido por el Director técnico Juan José Pizzuti, ex jugador y leyenda del club, “La Academia” coronó esta etapa ganando la Libertadores, por única vez en su historia, contra Nacional de Uruguay, y 3 meses después para la cereza del postre se consagró campeón de la Copa Intercontinental, venciendo en la final al Celtic, equipo escocés que venía de ganar la Copa de Europa contra el Inter de Milán.

Humberto Maschio, jugador de Racing, sosteniendo la Copa Intercontinental.
En el barrio de Avellaneda se reafirmó aún más la rivalidad entre Racing y su clásico rival Independiente, que cabe destacar, tienen sus estadios a unas pocas cuadras de diferencia, tan solo 300 metros los separan. Los hinchas del “Rojo”, llenos de envidia y bronca al ver el gran panorama que venía teniendo su clásico, que acababa de ganar el título internacional que ellos habían perdido consecutivamente en 1964 y 1965 ante el Inter de Milán, y además les sacaba una racha de 4 victorias en el historial de partidos, decidieron tomar la sombría decisión de poner a Racing bajo los efectos de la magia negra. Para esto buscaron una bruja, la cual les aconsejó que para generar una racha de 50 años de mala suerte debían enterrar 7 gatos negros muertos en la cancha de “La Acadé”. Dicho y hecho, partieron desde su estadio Libertadores de América, en una noche fría junto a la bruja y los cuerpos de los gatos moribundos hacia el estadio Presidente Perón.

Estadio Libertadores de América /rojo) perteneciente a Independiente, y Estadio Presidente Perón (celeste y blanco) a Racing, separados por una mínima distancia.
Dicen que el encargado de cuidar el Cilindro de noche era fanático del Rojo, por lo que gracias a él pudieron acceder al predio, y además este enterró en una parte desconocida a uno de los gatos. Ingresaron a escabullidas al estadio y llevaron a cabo su hazaña, enterrando los 7 gatos de color negro a lo largo y a lo ancho del campo. Podríamos pensar que es una simple leyenda si no fuera porque en ese mismo año, en diciembre de 1967, Independiente se consagró campeón del Torneo Nacional, ganándole en la última fecha por goleada 4-0 a Racing. Buenos tiempos vinieron para el Rojo que en 1972, 1973, 1974 y 1975 saldría campeón de la Libertadores y se posicionaría como el club con más ediciones de esta ganadas. Pero por si esto no era suficiente también se consagraron de la Copa Interamericana en 1973, 1974 y 1976, siendo los máximos ganadores. Además para coronar su palmarés en 1973 consiguieron conquistar la Copa Intercontinental venciendo a la Juventus de Italia. Mientras que Racing seguía sin cosechar un título.
En 1980 “La Acadé” tiene nuevo director técnico, el Toto Lorenzo, quien sabiendo de la existencia de la leyenda de los 7 gatos decide ordenar que los desentierren. El problema fue que solo se encontraron 6 cuerpos, el séptimo seguía sin aparecer. También mandó a enterrar seis sapos con el objetivo de traer buena suerte al equipo, sin embargo no dio resultados. En 1983, siguiendo con la mala suerte, Racing se fue al descenso por primera y última vez en su historia. El 18 de diciembre de ese año perdía de local 4-3 con Racing de Córdoba, y unos días después Independiente le ganaba 2-0 consagrándose campeón. Durante 1984 Racing permanecía disputando la Primera B, mientras que del otro lado de Avellaneda, “el Rojo”, ganaba su séptima Copa Libertadores. Recién en 1985 “La Academia” ascendió a la Primera División de la mano del Coco Basile, pero su suerte en la máxima categoría seguía bajo la maldición. Para sacarse la mufa acumulada de estos años, en 1998 se convocó a un exorcismo en el predio del Estadio. Ese día se llevó a cabo una procesión desde la Catedral de Avellaneda hasta la cancha, hubo antorchas, velas, una misa, un show y partido. Más de 15 mil hinchas acudieron al evento con la fe de cortar ese pésimo momento deportivo que atravesaba Racing. Un sacerdote roció el terreno de juego con agua bendita. A pesar de todo esto el club de Avellaneda seguía sin poder levantar un título.

Peregrinación de hinchas de Racing con antorchas en 1998.
Llegó el año 2001, habiendo atravesado un contexto de dura crisis económica e institucional del club, Mostaza Merlo asumió como nuevo director técnico del conjunto albiceleste, enterado de la maldición, mandó a encontrar al séptimo gato. Se removió todo el césped, pero sorpresivamente el cuerpo del felino apareció en el sector de las instalaciones del club. No es por alimentar las creencias, pero ese mismo año, en diciembre, Racing se consagró campeón del Torneo Apertura, luego de una sequía de 35 años sin poder obtener este preciado título. ¡Contanos!, ¿vos crees o no en este maleficio?.
Por: Ana Grittini, Kiara Cuenca y Oriana Martinovic.