Christopher Nolan con la mejor película del año

El largometraje de 180 minutos se convierte en una de las mejores películas biográficas de todos los tiempos gracias al sello del director.
Todo el año se habló del 20 de julio, fecha del estreno internacional tanto de Oppenheimer como de Barbie. El hecho de que ambas se estrenen el mismo día, en lugar de generar una competencia entre ellas, con una gran movida de marketing y publicidad, ocasionó uno de los eventos cinematográficos más grandes de los últimos tiempos: El “Barbenheimer”.
Los cines de todo el mundo volvieron a llenarse en épocas en donde las salas cada vez tienen menos concurrencia. Se creó una gran expectativa en torno a estás obras y lo más importante, no decepcionaron.
Christopher Nolan, director de larga trayectoria con grandes éxitos como: Memento y El Origen, en donde juega con tu cabeza, Interestelar y Tenet, donde desafía al tiempo, y hasta revolucionó películas de superhéroes con la trilogía de Batman. A través de ellas, con más o menos presupuesto fue marcando su estilo a lo largo de todas estas cintas, y con Oppenheimer logró consagrar su sello más que nunca. Ya que, nos encontramos con probablemente una de las mejores películas de su autoría.

La biopic trata del físico J. Robert Oppenheimer que encabezó el Proyecto Manhattan, el cual condujo a la creación de la bomba atómica durante la segunda guerra mundial, mientras que al mismo tiempo, en otra línea temporal se desarrolla el juicio al que sometieron al científico.
Una trama que sin duda apasionará a los amantes de la ciencia y de la historia, pero gracias a varios elementos que el director logra plasmar en la pantalla lo hace una película dinámica para cualquier tipo de espectador y te mantiene al borde del asiento durante las tres horas de duración.
Lo principal a tener en cuenta en torno a esta película es que se desarrollan varias líneas temporales al mismo tiempo, y queda en cada uno poder comprender a que momento de la historia refiere cada escena. Un elemento bastante característico del director es no contar la historia linealmente.

Por otro lado, un recurso cinematográfico al que supo sacar jugo, que ya había utilizado en
Memento, es alternar entre el color y el blanco y negro. Según el mismo Nolan, las escenas a color son desde la perspectiva subjetiva de Oppenheimer y las de blanco y negro son desde una visión objetiva.
Merece un párrafo aparte destacar que no se utilizaron herramientas como el CGI, sino que las mismas explosiones fueron grabadas y planificadas por la producción de la cinta. Por lo tanto hay que mencionar el excelente trabajo que se realizó en el diseño de producción, vestuario, efectos visuales y lo más increíble, el montaje.
La banda musical y los efectos sonoros no se quedan atrás. Nolan ha sabido hacer una dupla excelente con uno de los mejores compositores de todos los tiempos, Hans Zimmer. Sin embargo, en esta ocasión, es el compositor sueco Ludwig Göransson quien logra con sus piezas musicales aumentar la tensión, el suspenso, y hasta erizarte la piel en escenas importantes.

En cuanto a la fotografía, si bien es destacable la no utilización de CGI y logra planos hermosos principalmente al momento de presentarnos la explosión, probablemente la historia no permitió sacarle todo el jugo a las cámaras IMAX (Image Maxium), un formato de cine con mayor capacidad en resolución de la imagen.
El elenco es otro de los grandes puntos a favor. Protagonizada por Cillian Murphy, en una de las diez mejores interpretaciones del siglo, se hizo internacionalmente conocido con su papel de Thomas Shelby en Peaky Blinders, y que en este caso particular logra un papel perfecto del científico estadounidense, en el que incluso se vislumbran cambios físicos y psicológicos a lo largo de la película y es merecedor de todos los premios.

También cuenta con las actuaciones estelares de: Florence Pugh, Robert Downey Jr en probablemente el mejor papel de su carrera y con una digna nominación a los Oscars, la infaltable y carismática Emily Blunt, Rami Malek, Matt Damon, Gary Oldman, Casey Affleck, Kenneth Branagh y Tom Conti que encarna a Albert Einstein.
Sin embargo la película no brilla solamente por sus actuaciones, la banda sonora y los recursos visuales y de montaje que Nolan supo imprimir en la pantalla. Lo más destacable es que Nolan encontró, dentro de un contexto social y político de la historia de Estados Unidos muy interesante, una manera de hacer épica e intrigante la historia del padre de la bomba atómica. Planteando al mismo tiempo críticas sociales hacía una humanidad que pareciera estar destinada a autodestruirse.
También me parece destacable que un director de tanto renombre hace una crítica profunda sobre la sociedad estadounidense y la paranoia y persecución política que hubo en su momento con los que podían llegar a simpatizar con las ideas comunistas. Poniéndote como espectador en un dilema moral en cuanto al lanzamiento de la bomba atómica sobre el pueblo japonés.
Como sello característico de Nolan, toda gran historia merece un gran final, por ese motivo te vas a encontrar con un giro en la trama en donde tu perspectiva sobre cierto tema va a cambiar rotundamente. E incluso, la última escena, completamente brillante y aterradora, sin dudas quedará inscripto en la historia del cine.
Mi puntuación para esta cinta es un 8,5. Estamos en manos de una obra maestra, que genera muchos momentos de clímax, suspenso y emoción. Demanda atención de parte del espectador ya que es una película que se basa en el diálogo, así que mejor mantené tu celular apagado y entregate completamente a la experiencia cinematográfica. Una película que seguirá girando en tu cabeza después de horas. Nolan nuevamente nos renueva las ganas de volver a las salas de cine con la esperanza de que este tipo de cintas sean un guiño para las producciones de Hollywood de lo que realmente la gente quiere ver.
Los fanáticos del director estarán fascinados con esta nueva película, al igual que los que no están acostumbrados a verlas pero quisieron ir al cine por simplemente ocio o como una salida de fin de semana. No corren con la misma suerte los haters o los que se resisten al famoso cineasta, que seguramente les seguirá pareciendo complejo que una persona pueda idear semejantes historias en su cabeza.