La sexualización de la mujer en los videojuegos

Durante las últimas décadas, la industria de los videojuegos ha recibido mayor atención y relevancia en todos los ámbitos. Sus contenidos, mecánicas y gráficos han mejorado ampliamente. A pesar de este crecimiento, ciertos estereotipos y roles de género han prevalecido en el rubro. Daremos algunos ejemplos desarrollados en videojuegos famosos entre los jóvenes.
En 2009, League of Legends fue lanzado y adquirió gran popularidad. Sin embargo, los diseños de sus personajes no incluyen ningún tipo de diversidad, son exclusivamente hegemónicos y, en el caso de las mujeres, son sexualizados. Se realzan sus características físicas con el fin de atraer al público. En este título se repite el mismo modelo de mujer joven con curvas voluptuosas y figuras “idealizadas” destinada al público masculino, vestida con ropa reveladora y ajustada, resaltando su silueta. Incluso hay skins en las cuales estas características son más notables. Un claro ejemplo de esta situación ocurre con el personaje Seraphine. Si bien, en su skin original se la ve con un vestido corto y la mayor parte del cuerpo tapado, en la skin de “Canción Del Océano” el vestido es reemplazado por un bikini con shorts. Con esta transformación, se revela más de su delgada figura. Para completar la imagen, se vuelve rubia, convirtiéndola en el máximo estereotipo de belleza femenina. Ella es sólo un ejemplo de muchos personajes más.
La compañía Blizzard lanzó Overwatch años más tarde. Éste es un juego pvp multijugador donde se puede tomar el rol de héroes y entrar al campo de batalla. En este juego hay un progreso con respecto a la usual sexualización. Se puede encontrar una mayor variedad de personajes que son capaces de escapar, en algunos aspectos, de la hegemonía. Un claro ejemplo de este avance se ve en las figuras de Brigitte, Mei, Ana, y Zarya. Se puede notar un crecimiento en la manera en que se representa otro tipo de heroína, una que viste trajes menos reveladores, enfocados en ser aptos para el combate.
A pesar de este avance, Overwatch aún tiene personajes femeninos sexualizados, ya sea en sus trajes originales o en skins nuevas. Todavía es común ver cuerpos hegemónicos, ropa ajustada y mujeres en la posición de ser exclusivamente una manera de atraer al público masculino. Éstos son aspectos que siguen vigentes, incluso para ese momento, en 2016, y que recuerdan a juegos anteriores, como el League of Legends. Entre estos personajes más sexualizados se encuentra el caso de Tracer y Widowmaker.
Uno de los juegos más recientes que viene al caso es el Valorant. Producido y desarrollado por Riot, la misma compañía responsable de LoL, muestra una gran evolución con sus personajes femeninos. Están vestidas para el combate con trajes que no están sexualizados. A su vez, hay una igualdad entre hombres y mujeres. Todos los personajes están vestidos para la tarea que van a realizar. Además hay variedad en las figuras de los personajes femeninos. El personaje de Sky es un gran ejemplo de un personaje que no obedece los estereotipos ni la norma de los cuerpos hegemónicos. Tiene músculos, no es delgada ni podría pasar jamás como una damisela en peligro. Es la imagen de una mujer que no necesita que la salven y tampoco está en el juego sólo para atraer a los jugadores masculinos.
Queda un largo camino por recorrer en la industria de los videojuegos. Es importante reconocer los avances logrados en todo este tiempo. Este medio evolucionó de manera extensa y profunda, adaptándose lentamente al paso del tiempo y rompiendo sus propias barreras, consiguiendo más diversidad, y remediando estereotipos y hegemonías. No se puede decir que estos ejemplos son todo lo que hay, esta es una pequeña foto de la evolución de los videojuegos en las últimas décadas. Sin embargo, se puede afirmar con seguridad que, siguiendo por este camino la industria podría llegar a volverse inclusiva y comprensiva, permitiendo que todos sus consumidores se sientan representados.
Redactado por: Violeta Waingortin, Luca Alejos, Belen Zavalo, Val de Janin, Dan Zàrate, Shin Lavigne, Montserrat Lòpez y Julieta Calogero.