Crítica de «¡Nop!»: la película que aman los críticos ¿y el público general?

Por Octavio Crespo
Un mes y cuatro días fue lo que demoró en llegar a los cines argentinos el largometraje de terror que se había estrenado en Estados Unidos y logró un éxito rotundo en taquilla. «¡Nop!» una de las películas más esperadas del año, y una de las mejor valoradas por la crítica, llegó a las pantallas de Latinoamérica el pasado jueves 25 de agosto.
¿De que trata? Los cuidadores de un rancho de caballos de California se cruzan con una fuerza misteriosa que afecta el comportamiento humano y animal. Los protagonistas pronto van a empezar a escuchar y ver cosas extrañas en el cielo. El objetivo de estos va a ser poder filmar esa anormalidad que se está dando sobre el campo.
Por lo pronto queda claro que se trata de una película de intriga, terror y al mismo tiempo fantástica y algo extraña. Pero los ojos estaban puestos sobre este filme desde antes de que se supiera de que iba la historia, y eso se debe a que es la tercer película del prestigioso director y guionista Jordan Peele.
En sus anteriores entregas, «Huye» (2017) y «Nosotros» (2019), Jordan Peele logró posicionarse como uno de los directores más influyentes del género de terror y del cine actual. Con la primera de ellas, le valió el premio a mejor guion original así como múltiples nominaciones de parte de la Academia de Hollywood. Gracias a esto, consiguió un prestigio suficiente dentro de la industria para permitirse hacer lo que quiera, sin embargo, afirmo que está es la peor de sus tres películas.
Debo admitir que el jueves al salir del cine, me fui con una sensación de desilusión, probablemente porque las expectativas eran muy altas e incluso más después de leer las positivas criticas que estaba recibiendo el largometraje en otros paises. La realidad es que creo que Jordan Peele se salió de los que nos había mostrado en las últimas entregas, para realizar un filme en homenaje al cine clásico. Juntar en una misma película géneros como el western, la ciencia ficción y el terror, es sin dudas algo arriesgado, y en mi opinión no le salió para nada bien.
En el mismo se van a ver guiños a los clásicos western de Clint Eastwood, terror con tintes de Stanley Kubrick en El Resplandor, y ciencia ficción en honor al Steven Spielberg de la década de los 70, haciendo foco principalmente a «Encuentros cercanos del tercer tipo». Por todo esto, se vuelve una película muy detallista, ya que lo realiza a través de distintos planos y con la banda sonora.
Artísticamente es una película hermosa con muy buenas tomas, fotografía y música que ayudan a crear un ambiente terrorífico y anormal. El elenco cumple, no te vas a encontrar con ninguna actuación desorbitante, pero vale destacar a Daniel Kaluuya (una carta fija del director), y a Keke Palmer en probablemente el mejor papel de su carrera.
En cuanto a la historia, va de menos a más, no se tarda mucho en presentar el problema, sin embargo a partir de allí se va a divagar con mucha introducción y presentación de distintos personajes que tan solo alargan el enfrentamiento final. Recién después de la mitad de la película se empieza a ver lo que uno buscaba al mirar una película de Jordan Peele, con escenas que logran mucha intriga, suspenso y verdadero terror. De todas formas es una película extraña y que si no te gusta mucho la ciencia ficción te va a dejar con sabor a poco.
En resumidas cuentas, es una película de 2 horas y 15 minutos de duración, que seguramente va a estar entre los filmes más destacados del año, pero en donde el director estuvo más preocupado por hacer una carta de amor al cine clásico, que enamore a todos los críticos, realizando así un mejunje de géneros cinematográficos, en vez de mantenerse en su estilo y brindarnos una buena película de terror contemporáneo.
Califico a esta película con 6 «C» (de Conecta) sobre 10.