Crítica de ‘El Hombre del Norte’: Eggers nos cautiva con una historia épica y violenta

Por Octavio Crespo
Cada vez son más los simpatizantes de las historias y mitologías escandinavas; luego de varias apuestas cinematográficas y series de TV, los vikingos están siendo furor en la actualidad. ‘El Hombre del Norte’, llegó a la gran pantalla el día 21 de abril, y promete ser de los mejores estrenos del año.
La película parte con una premisa simple: Después de presenciar el asesinato de su padre, el príncipe Amleth se escapa, para años más tarde, regresar como esclavo y concretar su plan de venganza.
La trama en sí no nos ofrece nada nuevo, y puede que te parezca similar a historias como Hamlet de William Shakespeare, o la película infantil, El Rey León; y definitivamente son historias muy parecidas.
Sin embargo, esto no llega a ser del todo un punto negativo, porque es una historia sumamente interesante, y en donde el motor de la cinta está en manos del director, Robert Eggers.
Es el tercer largometraje dirigido por Robert Eggers, los anteriores: La Bruja (The Witch) y El Faro (The Lighthouse), eran películas más bien independientes, con un no tan alto presupuesto, pero donde logró consolidar su impronta y revolucionar el género del terror en el cine. En esta ocasión, ya con una industria detrás, para los que venían siguiendo sus obras, implicaba una ilusión, y puedo confirmar que no decepcionó.
El hecho de que haya mantenido su estilo, luego de dar el gran salto en su carrera, implica que es un director que ya consolidó su personalidad y que sabe lo que quiere mostrarnos. Pese a no ser una historia de terror, mantiene su estética visual en cuanto a lo oscuro, sangriento y principalmente, lo morboso, sin ponerse ningún tipo de limite frente a lo moral, la crueldad o lo desagradable.
Yendo a otros puntos a favor, la película contiene planos impresionantes y memorables, que seguramente van a trascender a través de las redes sociales; al mismo tiempo, durante el desarrollo de la historia, utiliza prácticamente todo el círculo cromático de los colores, para describir ambientes, personajes e incluso sensaciones. La fotografía, es otro tema que se destaca, ya que, al estar grabado en Islandia, contiene paisajes impactantes. Esto también, implicó un gran trabajo de investigación de parte de los guionistas y la producción, para estar al tanto acerca de la historia, las costumbres, los vestuarios y los rituales de los vikingos. Todos estos puntos la convierten en una película artísticamente hermosa.
En cuanto al elenco, el actor sueco, Alexander Skarsgård, sin dudas estuvo a la altura del papel protagonista que le toco interpretar. Ethan Hawke, William Dafoe y Anya Taylor-Joy, son otros de los nombres que valen la pena mencionar, sin embargo, todos mis reconocimientos se los lleva Nicole Kidman, en probablemente la mejor actuación de su carrera, y que podría ser una digna nominación para los próximos premios de la Academia.
Es un filme de 2 horas y 15 minutos de duración, pero que en ningún momento se hace lenta o tediosa, al contrario, todo el tiempo está sucediendo algo y casi no te deja descanso. A su vez, es una trama mucho más clara y fácil de comprender, una materia a veces pendiente de parte del director, al ponerlo en comparación con otras entregas.
En resumidas cuentas, es una historia más del montón, pero que gracias a la mano del director, la convierte en una película memorable y que sin dudas va a estar entre las mejores del año.
Califico a esta película con 8 “C” (de Conecta) sobre 10. La historia épica y sangrienta que todo el fandom de los Vikingos estaba esperando.